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La cuarta revolución industrial y la revolución del management

Cada vez se oye hablar más de la cuarta revolución industrial y poco a poco está pasando lo mismo con la revolución del management. Estas dos revoluciones son a la vez las dos más grandes oportunidades y amenazas que afronta hoy por hoy el mundo empresarial. Son grandes oportunidades para nuevos emprendimientos y para las empresas con visión innovadora y dispuestas al cambio. Pero también son grandes amenazas para las organizaciones que no están abiertas a cambiar y que tienen una forma de ver y hacer las cosas muy tradicional.


 

De acuerdo con Klaus Schwab[1], la cuarta revolución industrial se caracteriza por una fusión de tecnologías que están haciendo borrosas las fronteras entre lo físico, lo virtual y lo biológico. Esta revolución también se identifica por la velocidad a la que está sucediendo, así como el alcance que tiene y el impacto que está generando. En el ámbito empresarial los cambios disruptivos están pasando a una velocidad sin precedentes, los cuales han transformado la industria de la música (iTunes), la de las películas (Netflix), la del transporte personal (Uber) y la del hospedaje (Airbnb), por nombrar solo algunos ejemplos. Esto indica que no hay industria que se pueda considerar “a salvo”, lo que pone sobre el tapete la necesidad de repensar la forma en que los negocios se llevan adelante.


Esto nos conecta directamente con la revolución del management, ya que empeñarse en hacer empresa, bajo este nuevo contexto tan exigente, con los mismos modelos mentales de la primera revolución del management, es casi que una insensatez. Algo que tienen en común las empresas pioneras de esta cuarta revolución industrial (Airbnb, Google, Netflix, LinkedIn, Dropbox) es que todas aplican prácticas y métodos gerenciales y organizacionales innovadores, aun cuando todavía les quede camino por delante en este sentido. Eso indica que hoy en día para poder innovar hacia afuera primero hay que innovar hacia adentro.


Llama la atención que en términos de tecnologías de producción podamos hablar de 4 revoluciones durante los últimos 250 años, mientras que en términos de tecnologías para organizarnos para el trabajo apenas podamos hablar de una. Eso demuestra la dificultad que tenemos los seres humanos para cambiar nuestra mentalidad para adaptarnos a las nuevas realidades. Normalmente estos “saltos cuánticos” que significan cada una de las revoluciones industriales se atribuyen al progreso de la tecnología, sin embargo pocos reparan en que el avance más grande solo pudo ser posible gracias a la primera revolución del management. De acuerdo con Gary Hamel[2], el management moderno es uno de los más importantes inventos de la humanidad, ya que permitió avances que antes eran imposibles en términos de estandarización, eficiencia y especialización. Esta revolución se puede ubicar a principios del siglo XX y se basó principalmente en los métodos propuestos por Ford, Taylor y Fayol.

¿Imagínese entonces lo que pasaría con las tecnologías de producción si se diera la segunda revolución del management? Afortunadamente esto ya está sucediendo, aunque de forma incipiente. La revolución de la libertad, la innovación, el empoderamiento y la autogestión está llegando a las organizaciones finalmente. Lo que es claro es que las organizaciones que están liderando este cambio son también las que se están destacando en términos de innovación y crecimiento. Eso significa que si usted quiere que su empresa sobreviva a la cuarta revolución industrial, el primer paso que tiene que dar es entrar a hacer parte de la segunda revolución del management.


[1] Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial


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