Hace unas semanas estuve impartiendo una charla acerca de las Organizaciones Brillantes en el Foro de Presidentes. Como tradicionalmente se hace en estos espacios, al finalizar abrimos un espacio para preguntas y comentarios. Agradezco la franqueza de uno de los asistentes, quien expresó su sentimiento de agobio ante las nuevas exigencias que trae el mundo actual para las organizaciones. Esta persona gerencia una empresa y nos compartió que ya estaba suficientemente abrumado con toda la atención que el día a día de la operación y las nuevas exigencias normativas le requerían, para ahora tener que hacer más todavía.
Fue un momento desafiante, porque solo tenía unos instantes para darle una respuesta que realmente atendiera su agobio y no sabía bien como hacerlo. En centésimas de segundo me llegó a la mente una respuesta que considero da en el clavo de esta problemática que están enfrentando la mayor parte de los líderes empresariales. Mi argumento se centró en que no hay que hacer más, sino hacer desde un lugar distinto. A lo que me refiero con esto es que la alineación con un propósito superior, la adaptabilidad al cambio, la plenitud de los colaboradores, la sotenibilidad ambiental y la responsabilidad social dejan de ser cargas adicionales cuando uno transforma su modelo mental de tal forma que las integra, y a partir de ahí empieza a ver el mundo con esos lentes.
Por ejemplo, si la sostenibilidad toma valor en mi vida personal, eso hace que yo empiece a compostar, reciclar, reusar y a reparar con naturalidad. Es más, no hacerlo se me vuelve incómodo y le empiezo a sacar gusto a hacer actividades que tengan que ver con el tema. Por esa razón es que hay cada vez más personas que se unen al movimiento paquero[1], no porque no les implique esfuerzo, sino por el gusto que le empiezan a sacar a este tipo de actividades. Entonces, cuando yo integro la sostenibilidad en mi vida, naturalmente la llevo a la empresa, porque con esos nuevos lentes empiezo a ver oportunidades en ese sentido sin ningún esfuerzo.
Este episodio me permitió ver con nitidez tal vez una de las mayores barreras que enfrentan los procesos de transformación hacia nuevas realidades organizacionales que es la falta de líderes y profesionales realmente preparados para liderar, implementar y acompañar este tipo de transformaciones, porque lo que se está necesitando no son meros cambios de forma, sino reales cambios de fondo. Y estos últimos solo son posibles cuando veo el mundo desde un nuevo modelo mental que me permiten interpretar la realidad de una manera fresca y maravillada, la que misma que con el modelo viejo se volvía abrumadora y agobiante.
[1] https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/bogota-y-medellin-lideran-el-movimiento-paquero-612642